Ford Mercury Monterey 1956

FORD MERCURY MONTEREY 1956

Os cuento la bonita historia de Hugo, su esposa José y su Ford Mercury Monterey de 1956

 

Hugo y José un matrimonio holandés, enamorados de la estética sesentera y que se dedicaban a la docencia en Holanda, después de un tiempo decidieron viajar y trabajar por medio mundo para al final querer pasar el resto de sus vidas en la zona de Alicante con su Ford Mercury Monterey del 56.

Este matrimonio después de bastantes años como profesores en un colegio de un pueblo del norte de Holanda, decidieron emprender su proyecto personal, viajar, y de paso trabajar de lo que sabían, pero fuera de Holanda... Signapur, West Australia, Ponie Island, Nigeria, Aruba y después de muchos años, de vuelta a Holanda para luego decidir querer viajar a España, recórrerla entera, donde finalmente quedarse a vivir.

El Ford Mercury Monterey del 56

En Aruba eran ya muy felices, pero Hugo empezó a sufrir el llamado Sindrome de la Isla, " Es una sensación de que todo te agobia, por muy bonitas que sean las playas caribeñas, el clima tropical, el hecho de que no puedas salir de la isla es como que todo se te viene encima". Así que decidieron volver a Holanda, pero... después de recorrer medio mundo durante tantos años, conocer diferentes gentes, culturas, lenguas. Holanda se les quedó pequeño. Entonces recordaron que un viejo amigo de Aruba, Jan, vivía desde hace un tiempo en Alicante. " Pues hacemos eso, vamos a visitarle y de paso recorremos España".

Si... les gustó y mucho! Por lo que buscaron casa, la encontraron y se quedaron. Pero debido a la cantidad de amigos que dejaron en Aruba sus viajes a la isla eran muy habituales donde en uno de ellos el Ford Mercury Monterey del 56 se interpuso en el camino de la pareja. Imaginaros, a punto de regresar a España ver este coche de color azul cielo y blanco roto cremoso aparcado a un lado de una de las pocas carreteras de Aruba, cerca de una cantina donde su antiguo dueño y amigo Alereo estaba sentado en un taburete "relajando su mente", con una buena cerveza y con un cartel de "Se Vende",  "no me lo podía creer"  y "no tenía ni idea de que tenía ese coche", era una oportunidad a la que no pudieron resistirse. No tuvieron mas remedio que traerse al "niño" a España donde hasta ahora hace vida con la pareja.

Hugo y José contactaron conmigo porque quieren compartir y poner a disposición su Ford Mercury Monterey del 56 para parejas de novios que estén interesados en llevar una joya como esta el dia de su boda, como también para la sesión de fotos, prebodas o postbodas y también comuniones o todo tipo de eventos.

Es un 5.0 L , 8 cilindros cuidados al detalle, casi 2 toneladas de coche, os aseguro que ir de tripulante en este coche es como levitar a medio metro por encima de la carretera, una sensación que no podéis perderos en un día tan importante como es el día de vuestra boda.

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